Estos casi 24 meses de viaje en montaña rusa, tanto a nivel personal como empresarial, que hemos vivido desde el inicio de la pandemia, nos han dejado grandes aprendizajes, de vida y liderazgo, que los empresarios debemos asegurar haber trasladado a nuestro ADN empresarial para que se conviertan en un impulsor, y no un ancla, para el acelerado tiempo de transformación y retos constantes que se nos vienen.
Entre las más importantes lecciones, nos encontramos especialmente con las relativas al capital humano de las organizaciones, por ejemplo.
En una era de híper digitalización, donde muchos han creído erróneamente que las máquinas van a sustituir definitivamente al intelecto humano de los procesos empresariales, quedó ampliamente demostrada, en este 2021, la urgencia de establecer una estrategia cliente céntrica, colocando al colaborador como uno de los más importantes stakeholders en el centro de esta estrategia y como pilar de la transformación digital, no solo deseada si no, urgente para todos los modelos de negocios.
Las organizaciones enfrentan el reto de responder hacia al interior y hacia el exterior, de cara a los clientes, quienes demostraron estar más adelantados a las tendencias y adopción de tecnologías que la mayor parte de las marcas o empresas que les proveen servicios.
Esta realidad se constituye en el primer gran aprendizaje.
1. El cliente nos lleva muchos clics de ventajas.
Hace años que estamos inmersos en un proceso de transformación, casi revolución, de los patrones de consumo de nuestros clientes. Competimos en un mundo glocal, donde nuestros usuarios y consumidores son seducidos por una oferta atractiva, digital y sin barreras, de proveedores que no tienen asiento en su país, y que están ubicados en cualquier parte del mundo, o más impactante aun, en ningún lugar físico si no en la web, porque como un market place, por ejemplo, son proveedores de una experiencia de servicio que tiene un producto final asociado, del cual son solo intermediarios.
Esta adopción temprana por parte de nuestros clientes le dio millas y muchos clics de ventaja por sobre sus proveedores locales, pues ya están acostumbrados a una experiencia de servicio superior, con base en data, learning machine, algoritmos y toda clase de suerte tecnológica diseñada para deslumbrar a un cliente exigente y activo 24/7/365.
2. Ser reactivos y vivir en modo reactivo no nos garantiza la sostenibilidad empresarial.
Hablemos claro, el modo supervivencia que se activa en nuestro cerebro ante el peligro, colocando nuestra amígdala en posición de combate y acción para que segregue cortisol, norepinefrina y epinefrina, solo es posible resistirlo si se regula. Lo mismo sucede con nuestras empresas.
Este tiempo de pandemia nos colocó en modo “peligro-amígdala-acción”, pero solo para un espacio determinado de tiempo, pues no es sostenible ya que la organización puede infartar.
La experiencia de modo supervivencia la debemos superar al diseñar planes de acción A y B ( y Z), y habilitar en la organización un pensamiento y modelo de planeación adaptativa, que sea respuesta al mundo que nos espera y del que ya hemos probado un adelanto. Nada es igual, todo cambió y no hay vuelta atrás.
3. El modelo híbrido de trabajo funciona y vino para quedarse
En un blog anterior comentamos sobre tendencias de espacios arquitectónicos como respuesta a esta nueva realidad.
Si hemos de comprender la importancia de diseñar y ejecutar una estrategia robusta de marca empleadora, es fundamental que adoptemos esta mentalidad (para las posiciones que lo permitan) y mover nuestra organización hacia un modelo híbrido de trabajo: la semipresencialidad.
Muchos colaboradores que han permanecido en el modo remoto al 100%, están anhelando volver al espacio de oficina porque han estado fuera desde marzo del 2020, sin embargo siempre escuchamos que no desean regresar todos los días o a todas horas del día.
Colocando el oído en el corazón del cliente interno, la respuesta a esta necesidad se llama modelo mixto o híbrido y este nos presenta grandes ventajas que bien vale es esfuerzo entender.
Entre los muchos beneficios que este modelo nos presenta, citamos:
o El aumento de la productividad
o La felicidad laboral
o La reducción de costos operativos
o Seguridad de salud
Existen algunos retos por igual, que se deben superar, como lo es el agotamiento potencial de los colaboradores, la alta dependencia a la tecnología y el tema de los espacios físicos entre otros.
4. El modelo colaborativo es una manera segura de crecer
No somos expertos en todo y los recursos son limitados. Partiendo de estas dos premisas y con base en las experiencias recién vividas y de nuestro propio modelo de empresa, nos atrevemos a asegurar que este aprendizaje se instaló en el pensamiento de muchos líderes que veían el modelo como exclusivo para grandes ecosistemas empresariales como Google o Amazon.
Si vamos a la definición más básica de la economía colaborativa, que es entendida como un modelo de servicios considerados de intercambio, centrado en prestar ayuda y colaboración mutua entre empresas y talentos, nos damos cuenta que este modelo es atractivo para muchas empresas a las cuales les queda la tarea de entender el “como” y articular una propuesta con los “quienes”.
Esto agrega agilidad y enfoque, aporta crecimiento empresarial, diversificación y trae consigo potenciales crecimientos de los negocios de los involucrados, siempre que hayamos hecho bien la tarea (como vs quienes).
Como todo, presenta retos, pero estos ya son inherentes al mundo de los negocios.
5. Las organizaciones resilientes tienen más oportunidades de resistir las embestidas de los tiempos futuros
La resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos para adaptarnos positivamente a situaciones adversas. Esto, trasladado a las organizaciones, nos indica que estas deben saber o aprender a enfrentar los retos que supondrá la próxima década en materia de salud, medioambiente y riesgo operacional, debido a la aceleración constante en los procesos de transformación del mundo empresarial.
Por esta razón hemos querido incluir este aprendizaje del 2021 como uno fundamental para las organizaciones, ya sea que estemos en ese nivel de resiliencia o que aun tengamos la asignatura pendiente de aprender, entendida como la capacidad de absorber choques e impactos profundos sin perderse en el enfoque de cumplir su misión para lograr su visión. Debemos asegurar tener una capacidad activa de reinventar dinámicamente los modelos de negocio y las estrategias para lograr esa visión organizacional en la medida en que todo a su alrededor está en movimiento.
Para entender este concepto a mayor profundidad y que puedas sumergirte en esto si es de tu interés, te compartimos algunas de las características que hemos observado en organizaciones resilientes que conocemos por nuestra práctica de consultoría:
o Alta capacidad de aprender de sus errores
o Son innovadoras y ágiles a la vez
o Son flexibles
o Se adaptan o transforman el entorno en el cual operan
o Atraen talento resiliente (gente resiliente = empresa resiliente)
Antes de terminar este blog de cierre del 2021, nos queremos referir al newsletter reciente de nuestro socio y gran amigo Jesús V. Izquierdo, a quien cito desde su pensamiento “¿Qué nos deja 2021 en cuestión de management?”
Jesús nos comenta que se puso en alta evidencia la urgencia del Data Driven Decision Making (DDDM), como habilidad fundamental para el sostenimiento de las empresas, considerando que la fabricación de decisiones de altos mandos, ahora más que nunca, se basa en datos actualizados y en tiempo real, porque la mayoría de los empresarios, de los directivos y de los C+ level entiende que sin datos se corre el riesgo de caer en diferentes sesgos o en suposiciones falsas que pueden corromper la capacidad de juicio y, por tanto, impactar las decisiones asumidas en las organizaciones.
Es un tiempo -en el tiempo- super fascinante, muy retador y de alto costo emocional para todos los involucrados en estos procesos empresariales.
El año 2021 y el período pandémico han sido tan solo el ensayo o la antesala de la gran obra que nos espera en los próximos años, por lo que entender los tiempos, prepararnos personalmente y en todos los ámbitos para ello, será fundamental para asegurar nuestro éxito y sostenibilidad, cualquiera que fuere nuestro objetivo.
Con este blog nos despedimos de estos doce meses de mucha acción, de grandes retos y poco descanso. Agradecidos por la vida, la salud y por todos los procesos de impacto transformacional a los que fuimos invitados a ser partes, desde ideox, por parte de nuestros clientes y de los directivos que se dieron cita, como participantes de las cohortes del 2021 del Programa de Transformación Digital, Cultural, Estratégica y Organizacional.
…A todos ¡Muchas gracias! y enhorabuena, bendiciones y desde ya abrimos los brazos para recibir un 2022 lleno de sorpresas extraordinarias.
¡Hasta una próxima entrega!
Karil Taveras Caputo
CEL de ideox
La autora es mercadóloga de profesión, máster en marketing estratégico, magister en administración de empresas, experta en transformación digital / cultural, constructora de marcas y cirujana empresarial. Es Chief Executive Leader de ideox, firma boutique liderada por consultores expertos en redimensionar el mercado de las empresas a través de la transformación de modelos de negocios. Sus propuestas hacen énfasis en la comunicación y el marketing estratégico.