Nos encontramos al día de hoy inmersos en la búsqueda del Santo Grial que nos dé la solución perfecta para ser capaces de consolidar transformaciones digitales en las empresas para, al menos, sobrevivir en un contexto de alta volatilidad, de gran incertidumbre, de enorme complejidad y de una ambigüedad sin precedentes. El término VUCA es usado desde hace unos años, pero creciente, sobre todo, en este último periodo pandémico y post pandémico.
Cuando nos preguntamos qué podemos hacer en una empresa para adaptarnos a este contexto, la respuesta nos la tiene que dar la propia situación que vivimos. El cambio debe formar parte de la estrategia digital y a partir de ahí virar la organización para intentar llevarla en la dirección que se ha marcado.
Utilizando la metáfora visual de un velero en un mar bravo, las empresas deben mantener el timón firme y a veces, incluso en ese momento, las olas les llevarán hacia otros derroteros, pero con firmeza y constancia sujetarán el timón, cambiarán las velas, aprovecharán la fuerza de los vientos para corregir el rumbo y volverán a encontrar la dirección adecuada.
Pues la agilidad en una organización, desde mi punto de vista, son las acciones que llevamos a cabo para tomar la incertidumbre como un elemento que nos estimule a cambiar nuestra forma más tradicional de afrontar los proyectos, que nos impulse a rediseñar nuestros procesos y, sobre todo, a contar con toda la tripulación de la organización, que son nuestros colaboradores. Provocar situaciones, eventos, encuentros en los que la inteligencia colectiva se ponga al servicio de la empresa, con el objetivo de dar solución a los diferentes problemas, y yendo un paso más allá, a crear nuevas ofertas de servicios o productos que nos hagan salir del modo supervivencia para entrar en un océano de crecimiento.
La agilidad y la innovación van de esto, de aprender a crecer de manera incremental a través del contenido que aportan nuestras cadenas de valor. Focalizando a nuestros equipos en aportar conocimiento a esas cadenas de valor en la que se encuentran dando servicio, y animando e impulsando la confianza en ellos para que contribuyan con su talento al desarrollo del negocio.
Las organizaciones tienen dos opciones. O seguir haciendo lo mismo, que previsiblemente proporcionará los mismos resultados, si no peores, o bien intentar crear laboratorios de ideas catalizadores de la inteligencia colectiva de sus equipos y convertir estas ideas en procesos y proyectos viables y rentables que les ayuden a mejorar el time to market, reducir costes y aumentar la calidad, escuchando el veredicto del mercado y siendo conscientes que si la puesta en marcha la abordan mediante entregas incrementales de valor estarán dando la oportunidad al mercado de ayudarles a ir orientando las velas de su empresa en la dirección que realmente necesita.
Para abordar esta transformación empresarial hacia la agilidad y la innovación no debemos de perder de vista dar unos pasos que yo considero importantes y necesarios.
- Reflexionar de manera estratégica de porqué las queremos incorporar en nuestra organización
- Adaptar la estructura organizativa en función de los objetivos y líneas estratégicas marcadas
- Apostar claramente por el empoderamiento de las personas para que la toma de decisiones comience a ser distribuida
- Evolucionar los modelos de gobierno para que se centren en las cadenas de valor, con lo que esto implica en cuanto a la elaboración presupuestaria.
- Por último, posiblemente el gran impulso que permitirá que todo lo demás ocurra, se habrá de acometer un proceso de gestión del cambio cultural para que los equipos lo abracen como impulsor de su motivación.
¡Hasta una próxima entrega!
Una colaboración de
David Pérez
CEO Visualea | Ingeniero Técnico en Informática, Facilitador Internacional de Talleres, Conferencista Internacional
Es ingeniero Técnico en Informática, Postgrado en Dirección Estratégica y Lean Green Belt Six Sigma por la Universidad Politécnica de Madrid, certificado como PSM y Safe Agilist, experto en coaching de equipos y liderazgo sistémico y Bikablo Visual Thinking Trainer.
Su carrera profesional se ha desarrollado en el ámbito de las Tecnologías de la Información. Durante su trayectoria ha adquirido conocimientos y capacidades globales relacionadas con el desarrollo de software, la dirección de proyectos y la dirección de equipos. A través de sus distintas responsabilidades asumidas, se ha especializado en la búsqueda de mejoras y eficiencias en procesos y operaciones, liderando transformaciones Lean IT y Agile en diferentes clientes. Actualmente es Co-founder de la empresa Visualea y líder de la práctica de Agilidad e Innovación en The Worldgate Group.