Cuando me piden que explique la marca personal, la comparo con la marca de cualquier producto, por ejemplo, un coche. En la publicidad de automóviles no se cuenta tanto del motor o de los sistemas de seguridad, como se evocan emociones, vinculando el auto con escenarios de lujo o bellos paisajes, orientados todos ellos a unir en la mente del potencial consumidor ese producto a una serie de sensaciones placenteras.
Salvando las distancias entre una persona y un coche, y sin ánimo de cosificar al individuo, es preciso que en ciertas esferas de poder, ya sea económico, empresarial o institucional, se cuide la percepción que los decision-makers producen en sus interlocutores o en sus audiencias. En definitiva, es necesario que quiénes deciden posean una marca personal propia. Así, entiendo la marca como un conjunto único de asociaciones que representan la razón de ser de una realidad y que implican una promesa a los clientes.
Es obvio que una buena marca se debe de trabajar para que no pierda su potencial valor ni se malinterprete. También quiero aclarar que marcas personales han existido siempre, desde los césares romanos a los reyes de medio mundo, pasando por las religiones y también por el arte y la ciencia. Sin embargo, ahora con el entorno hipercomunicado en el que vivimos se hacen más necesarias, porque hoy en día todos nos relacionamos más y con mayor intensidad. Por lo tanto, empresarios o C+ level que quizá hasta ahora no habían visto la urgencia de cuidar y potenciar su marca personal, viven la necesidad de hacerlo por el alcance cada vez mayor de los medios de comunicación y, por supuesto, de las redes sociales.
En este contexto, las marcas personales, como las de productos u organizaciones, deben de ser diseñadas estratégicamente, estableciendo relaciones con el cliente potencial a través de la generación de una proposición de valor, que involucre tanto beneficios funcionales como emocionales.
Por otro lado, las marcas personales no han de ser ni artificiosas ni antinaturales, por eso, quiero recuperar el título de un libro de los años 80, que ya entonces estaba orientado a potenciar la marca de personalidades públicas: Tú eres el mensaje. Esta es la máxima en la creación de una marca personal. “Tú eres el mensaje” implica que tú eres la marca, que hay que pulir, potenciar, cuidar… pero que nunca puede dejar de ser tú.
En nuestro trabajo con diversos directivos para desarrollar su marca personal, ponemos también el acento en que ellos son los chief branding officcers de su marca. La última palabra siempre es la suya, y el equipo de Ideox es un apoyo y un consejero que acompaña y facilita. Y es que, en última instancia, el cliente tiene la decisión final sobre qué hacer, con quién asociarse, qué publicar o cómo vestir. Esta libertad es el secreto que diferencia construir una marca personal y elaborar una máscara detrás de la que esconderse.
Para que el resultado se aleje de maquillajes y disfraces, el proceso de trabajo comienza dando respuesta a una tríada de preguntas, desde la sinceridad y con nuestro equipo cuestionando y tratando sacar lo esencial de cada una de ellas.
- ¿Quién eres?
- ¿Qué ofreces?
- ¿Qué te hace único?
Tras ese primer diagnóstico, empieza la fase de estrategia, de potenciar las fortalezas, de mitigar las debilidades, de aprovechar las oportunidades y de evitar las amenazas. Es un proceso largo, nadie dijo que fuera fácil, pero puedo asegurar que los resultados son hermosos y que las marcas personales resultantes obtienen rédito en aquello que se propongan. Porque pensemos: ¿Qué coche preferimos uno de marca blanca o un BMW que nos recuerda aquello de “¿Te gusta conducir?”?
¡Hasta una próxima entrega!
Inés Tazón
Senior Consultant de ideox
El autor ha trabajado en el mundo de la estrategia y la consultoría en distintas posiciones, de carácter nacional e internacional, para empresas de diferentes sectores como la publicidad y la investigación de mercados, por lo que ha obtenido un entendimiento global del entorno estratégico mundial y así como de múltiples sectores y empresas. Es Senior Discovery Leader (SDL) de ideox, firma de asesoramiento estratégico especializada en la transformación de modelos de negocio. En su rol de SDL lidera el equipo de investigación y planificación estratégica, inteligencia competitiva y herramientas de diagnósticos estratégia.