Daniel Goleman publicó su libro “Inteligencia Emocional” hace más de 25 años, y con este saltó a la fama debido una idea que hasta ese entonces no se conocía y que iba a repercutir y resonar en las organizaciones de mayor relevancia a nivel mundial: “las habilidades de un talento no solo se miden por su coeficiente intelectual”.
Este nuevo paradigma de la psicología laboral, tuvo como resultante que el libro se tradujera a 40 idiomas y colocar en el mercado, en corto tiempo, cinco millones de copias.
Para Goleman fue un éxito de ventas, para los individuos apasionados por la conducta humana en los entornos laborales, fue el inicio de un nuevo campo de investigación en la psicología que ha tenido repercusiones a nivel educacional y por supuesto organizacional o profesional.
Años más tardes, el autor lanzaría un nuevo libro : “What Makes a Leader: Why Emotional Intelligence Matters”, que recopila muchos de los artículos innovadores y muy buscados de Daniel Goleman, escritos para la revista Harvard Business Review y otras revistas de negocios, todos compilados en un solo volumen. Este material, que se cita con frecuencia, se ha convertido en una lectura esencial para líderes, entrenadores y educadores comprometidos con fomentar una gestión estelar, aumentar el rendimiento e impulsar la innovación. Esta colección refleja la evolución del pensamiento del Dr. Goleman sobre la inteligencia emocional, rastreando las últimas investigaciones neurocientíficas sobre la dinámica de las relaciones y los datos más recientes sobre el impacto que la inteligencia emocional tiene en los resultados de una organización.
Es por esta razón, que en nuestro ámbito de consultoría, donde el éxito de los procesos de transformación organizacional dependen en gran medida de la gestión de los mandos medios y altos, nos animamos a compartir el enfoque de este autor que no pasa de moda y que está más vigente que nunca debido a los retos que supone la era digital y un mundo post pandemia.
Dicho de forma simple, años de estudios demuestran que mientras más inteligencia emocional muestren, de forma sostenida los líderes de las organizaciones, mejor será su desempeño personal y del equipo que lidera.
Entonces… ¿cuáles características son las que hacen que una persona se destaque en su trabajo y pueda tener un desempeño no solo óptimo si no resaltar, por los logros personales y del equipo, de manera sostenida?.
Los componentes esenciales de una saludable inteligencia emocional se revelan en esta lista de competencias conductuales / emocionales que se recomienda trabajar, de forma individual, con el acompañamiento de los gestores del talento de las organizaciones, que harán su selección con base en muchos otros elementos relevantes a la hora de invertir tiempo y recursos en el desarrollo de los altos potenciales de los equipos:
1- Autoconciencia emocional
2- Autocontrol emocional
3- Adaptabilidad
4- Orientación al logro
5- Visión positiva
6- Empatía
7- Conciencia organizacional
8- Influencia
9- Orientación y tutoría
10- Manejo de conflictos
11- Trabajo en equipo
12- Liderazgo inspirador
“Las empresas miran cada vez más a través del lente de la inteligencia emocional al momento de contratar, promover y desarrollar a sus empleados”, dice Daniel Goleman.
Veamos, de esta lista de doce competencias conductuales, los tres componentes que se consideran elementales en la inteligencia emocional, y se constituyen en pilares para elevar el nivel de acierto para los resultados de los empresarios, directivos y emprendedores, que son fundamentales a la hora de analizar los factores de éxito:
- Orientarse al logro
Entendida como la capacidad de seguir esforzándose para conseguir los objetivos, a pesar de los obstáculos y contratiempos. En estos tiempos esto parece muy importante.
- Empatía
Se relaciona con la capacidad de sintonizarse con las necesidades y sentimientos de las personas con las que tienes que interactuar, ya sea en el trabajo, con clientes y con amigos.
Tomarse el tiempo para entender qué están tratando de decir y cómo se sienten. Es imprescindible escuchar y hacer preguntas de manera constante. Es «ponerse en los zapatos de la otra persona de una manera profunda».
- Influencia
No es lo mismo movilizar que influir, tener la capacidad de transmitir tu argumento a las personas clave de una manera convincente, especialmente a aquellas personas cuyas decisiones te pueden ayudar a conseguir las metas organizacionales… en otras palabras: INSPIRAR.
A veces se corre el riesgo de definir la inteligencia emocional de una manera muy reducida, enfocándonos en una o dos características de las antes vistas y dejando de lado la complejidad del concepto en su todo.
Al poner la atención en la sociabilidad y simpatía, se pierde de vista todos los otros rasgos esenciales de la inteligencia emocional que le puede faltar un cierto nivel de desarrollo y que pueden ser el verdadero diferenciador entre ser un mero seguidor o convertirlo en un líder más fuerte y efectivo.
Aunque las habilidades más poderosas son la orientación al logro, la empatía y la influencia, no hay que dejar de lado el resto de las características que hacen que una persona desarrolle un alto nivel de inteligencia emocional.
Nos despedimos hoy con esta frase que nos invita a la reflexión:
“Tenemos dos mentes; una que piensa y otra que siente. ¿Cómo hemos de gestionarlas de manera asertiva y que jueguen a favor de nuestros proyectos personales y profesionales?”
Karil Taveras Caputo
CEL de ideox
La autora es mercadóloga de profesión, máster en marketing estratégico, magister en administración de empresas, experta en transformación digital / cultural, constructora de marcas y cirujana empresarial. Es Chief Executive Leader de ideox, firma boutique liderada por consultores expertos en redimensionar el mercado de las empresas a través de la transformación de modelos de negocios. Sus propuestas hacen énfasis en la comunicación y el marketing estratégico.