La inteligencia artificial y el big data pueden ayudar a tomar mejores decisiones y lo que es más importante pueden ser fuente de una ventaja competitiva sostenible para las organizaciones. A diferencia de otras áreas que también aportan ventaja en el mercado, la basada en datos es difícilmente replicable por la competencia ya que los datos de nuestros clientes, el procesamiento y análisis no pueden copiarse fácilmente.
Más importante que disponer de los datos o la cantidad de estos, es la variedad de los mismos y el uso que se haga de ellos, por tanto deberíamos aplicar el concepto SMART del Big Data para identificar las áreas de la organización en la que los datos pueden marcar una diferencia mayor en su competitividad y toma de decisiones.
Esto es aún más importante en los momentos de volatilidad e incertidumbre que estamos atravesando. En entornos VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejos y ambiguos) los datos y sobre todo el uso inteligente de los mismos es fundamental para tomar decisiones más acertadas y reducir al máximo los riesgos inherentes a cada proyecto empresarial.
Tradicionalmente, muchas de las decisiones que se toman en las organizaciones están basadas en la experiencia o en la intuición del nivel gerencial, lo que los anglosajones definen como “gut feeling”. Sin embargo, en entornos volátiles e inciertos, esta forma de trabajar ya no es eficiente, el uso de los datos permitirá incorporar a más niveles de la organización en la toma de decisiones relevantes y además incrementar el nivel de certeza.

Si la empresa no está digitalizada, no es posible la obtención eficiente de datos, debemos transformar nuestras organizaciones en empresas diseñadas para el cambio.
En este sentido, debemos comenzar por tener claro cuáles son las preguntas estratégicas que la inteligencia artificial y el big data nos pueden ayudar a contestar. Una vez tengamos esto claro, y no antes, idear una estrategia de digitalización para comenzar a obtener datos y analizarlos para contestar a estas preguntas y transformar la organización.
Si la empresa no está digitalizada, no es posible la obtención eficiente de datos, debemos transformar nuestras organizaciones en empresas diseñadas para el cambio. Por supuesto, tenemos que incorporar la digitalización, pero es fundamental aprender para poder cambiar y, a la vez, saber ajustarnos permanentemente a condiciones cambiantes. Las organizaciones necesitan incorporar capacidades digitales pero más aún capacidades de transformación.
Como resultado de este proceso de transformación podremos generar nuevas propuestas de valor para nuestros clientes que satisfagan mejor sus necesidades y, al mismo, tiempo generar eficiencias internas que permitan un crecimiento exponencial de la organización.
Por tanto, la conclusión es clara, en la actualidad la adopción de un proceso de transformación digital en las empresas no es una opción, es una obligación. Todas aquellas empresas que no tengan integradas en su visión la transformación de su organización, a través de los datos y el uso de la inteligencia artificial, estarán abocadas a desaparecer.
La incorporación de inteligencia artificial y big data junto a adquisición de capacidades de transformación por parte de los líderes y el talento, nos permitirán transformarnos en empresas diseñadas para cambiar de manera permanente.
¡Hasta una próxima entrega!
Jorge Sanz
SDL de ideox
El autor ha trabajado en el mundo de la estrategia y la consultoría en distintas posiciones, de carácter nacional e internacional, para empresas de diferentes sectores como la publicidad y la investigación de mercados, por lo que ha obtenido un entendimiento global del entorno estratégico mundial y así como de múltiples sectores y empresas. Es Senior Discovery Leader (SDL) de ideox, firma de asesoramiento estratégico especializada en la transformación de modelos de negocio. En su rol de SDL lidera el equipo de investigación y planificación estratégica, inteligencia competitiva y herramientas de diagnósticos estratégia.